miércoles, 28 de noviembre de 2012


Cuando hayamos cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, nos daremos cuenta de que el dinero no se come.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Strange

Es extraño, como dejaste de amarme
Como dejaste de necesitarme
Cuándo ella llegó.
Oh, ¡Qué extraño!

Extraño, has cambiado como la noche y el día
 Sólo te levantaste y te alejaste
Cuando ella llegó…

Supongo que yo era sólo tu títere,
Se celebró en una cadena.
Es que pensé que realmente me amó
Pero mira que pensamientos puede traer.



Strage -Patsy Cline 




lunes, 19 de noviembre de 2012

Poder decir adiós; Es crecer


-Suerte –Dijo con esperanzas.
-Gracias, gracias por todo.
Caminé hacia el avión, respiré hondo. Una brisa fresca se sintió en todo el ambiente. Mi asiento era por suerte, del lado de la ventanilla. Solía desmayarme si esto no era así. Miré a través de ella toda la ciudad, llena de pequeñas lucesitas… Contemplé el cielo, realmente estaba bien. Ese escenario, aquel momento, el tiempo, describía como me sentía. Cerré los ojos y dejé que mi corazón hablara.
“Adiós -Susurré para mis adentros- Realmente te estoy dejando libre ahora; te deseo lo mejor, se feliz, se muy feliz.” Y sonreía, yo sonreía. Estaba diciéndole adiós, estaba renunciando a él. Estaba dejándolo libre; estaba aceptando todo.
Pero quería ser feliz yo, merecía serlo, inclusive sin él. Y en aquel momento comprendí todo. Yo era feliz y sonreía de nuevo.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Ya no se bien que decir, ya no se más que hacer

Hay días en los que necesito llorar. Porque me enojo, no sé con quién, no sé con qué. Esos días siempre tienen algo en común; Irme lejos, escapar ¿De qué? No tengo idea. Y se me vienen tantas cosas a la cabeza esos días, cuando me siento a desahogarme en el blog, tengo tanto para escribir y a la vez nada. Podría ponerme a escribir sobre la vida, sobre el amor, no sé, sobre lo cansada que estoy y las ganas que tengo de que empiecen las vacaciones de verano o sobre las buenas y malas decisiones que suelo tomar. Y tendría dos mil millones de palabras volcadas en diez minutos. Pero no, en estos días así, es donde más me cuesta expresarme –Más de lo común- Y bueno, ahí es cuando me encuentro sentada frente a la pantalla en blanco esperando que de un golpe venga la inspiración.

-Pero, ¿Por qué estás mal entonces? –Me cuestionó con un tono de preocupación o quizás de curiosidad, nuevamente-
-No sé, ¿Viste esos días que tenes un bajón tremendo y no sabes cuál es la razón? –Lo miré aunque no esperaba una respuesta, él siempre había sido de esos chicos que nunca sufrían por nada- Bueno así.
Tal vez en el fondo si sabía cuál era la razón; creo que en el fondo, todos sabemos por qué estamos pasando por un mal momento. La razón era simplemente una persona, un muchacho al que al parecer, no le importaba mucho mi existencia.
   Y eso me enojaba, no por el hecho de que no me quiera, sino que, me hería sin fundamentos. No tenía necesidad alguna de aparecer, ilusionarme, y luego desaparecer como si nada. Y reaparecer cuando se le daba la gana, y nunca pude comprender la razón por la que siempre volvía, y menos la razón por la que se iba. “Si no me querés, no aparezcas” Total, por lo visto vos podes vivir sin mí, y si no me la harías difícil, yo también puedo vivir sin vos.
   Supongo que en el mundo hay gente así, que vive para ilusionar y desilusionar a las personas. Debe ser karma, o suerte para mi desgracia, no lo sé. También supongo que lo hará con todas. Lo peor es no poder decirle nada, porque en realidad; No somos nada. Y la verdad, no sé que pensar, porque si yo no le daría prioridad de reaparecer, las cosas serían diferentes. Es como un error que se repite en mi vida, y por más experiencia que tenga, no logro tomar la decisión correcta. Y creo saber por qué, porque en el fondo, las pocas veces que nos vemos, los abrazos y las miradas, son de verdad y son muy particulares. Por eso no entiendo, no te entiendo. Ojalá alguna vez entienda por qué sos así, tan distante. 

La música une fronteras, une almas.


Quiero darle las gracias; a todos esos artistas que alguna vez se sentaron a componer esa música que hoy me salva, esa música que inspira, que te hace sentir un poco mejor, que te ayuda a comprender tantas cosas, que a veces te muestra que no sos el único que pasa por problemas, y que te identifica, aunque por ahí no compusieron con el propósito de ayudar, sé que no soy la única que quisiera agradecerles una vida entera” 

viernes, 9 de noviembre de 2012

En mi mente, soy libre.


Todo comenzó una mañana en el que nuestro profesor de psicología nos propuso la idea, o más bien, nos dio la tarea de definir quiénes éramos realmente.  ¿Quién soy? ¿Qué somos? Me estuve preguntando todo el camino hacia mi casa; como suele pasar, esas simples preguntas sembraron más dudas, y así crecían más preguntas dentro de mi cabeza ¿Por qué estamos acá? ¿Cuál es nuestro propósito en este mundo?

En los últimos meses trate de descubrir quién era. El doctor es una persona dedicada a salvar personas, se podrían llamar ¿Héroes? Por así decir, al igual que los bomberos. Después están las maestras, que se ocupan de enseñarnos desde muy chicos, personas con mucha paciencia, por cierto. Artistas, músicos, que nos ayudan a entender, que nos sacan unos minutos de la realidad, que nos elevan a otra dimensión. El de la basura, que se ocupa de que la ciudad permanezca limpia, todos los miércoles, o los jueves. Tampoco faltan los que están para problemas, los “Malos” pero… ¿Malos? Yo creo que todos tenemos nuestro lado malo, en algunos se nota más, en otros menos. No voy a negar que hay personas que estén de más en este mundo, pero tampoco juzgarlas. También hay madres, que son capaces de hacer más de diez cosas a la vez, sin olvidarse de respirar. Hay madres que nacen madres, sin aun serlo. Hay amigos, enemigos, padres, hermanos. Pero yo… Yo ¿Qué soy? Y no hablo de etiquetas; ni de linda, ni de fea, ni de flaca, ni de malhumorada, ni de loca, ni de gorda. No, es algo que va más profundo, más adentro, en el alma. Todos poseemos un alma, algo particular, diferente, único. Todos somos individuos diferentes, ninguna persona es comparable con la otra. El alma se concede en el momento en el que empieza a latir nuestro corazón, en el vientre de nuestra mamá. Creamos un sonido, ajeno al resto de las personas, algo que solo nosotros mismos podemos crear. Esa alma significa que tenemos una vida, que nos pertenece, eso nos da algo de poder. Poder decir, tengo mi vida, y es mía, y con ella hago lo que quiero ¿No?... Si, algo así, pero no. Al nacer, al experimentar nuestras primeras sensaciones, aprender a llorar para avisar que tenemos hambre, sueño, disgusto, y demás, nos ayuda a comprender, que necesitamos del otro. Y después a los años, aprendemos el sí, el no, el bueno, el malo, lo que está bien, lo que está mal, lo que nos gusta, lo que no nos gusta, lo que somos capaces de hacer, y lo que por ahí, todavía no podemos. Nos vamos relacionando con gente, y aprendemos a vivir. Y después todos caemos en una rutina, dentro de un sistema manejado por unos pocos. Tenemos límites, derechos y leyes que cumplir. Y así vivimos.
  Y con el tiempo cada uno elige, cada uno construye su propio pensamiento, sus propios gustos, hasta elige su propia religión (Por lo menos en su mente). Y así transcurre todo; pasamos por momentos felices, tristes, feos, malos, lindos, emocionantes, traumantes, hasta momentos sin sentido e innecesarios, o momentos en los que decimos ¿Por qué me tiene que estar pasando esto a mi? ¿Con qué fin? Y ahí tenemos que entender, que aveces, las cosas pasan, sin razón, y hay que bancarlas, afrontarlas. O decir, ¿Por qué a mi me tocó vivir así, mientras que fulanito vive como un rey? O viceversa. Y aceptar, la familia, el lugar, la situación económica, y la época en la que nos toco vivir, porque sí, porque no va a haber un milagro que nos cambie la vida en dos segundos. También aceptarse a unos mismos, y no decir; ¿Por qué yo no puedo tener la cintura de esa mina? ¿Por qué tuve que tener los pelos rizados si me encanta el pelo lacio? Cada uno tiene algo que es un poco difícil de explicar, una particularidad. Quererse, porque si no te querés no te quiere nadie, y es así. Aceptar que hay y va a haber momentos, en los que vamos a tener que estar completamente solos ¿Y? vamos a tener que empezar a querernos, queramos o no.
  Y principalmente, querer a la vida. Aunque muchas veces nos decimos “Me quiero morir, no aguanto más, mi vida es una mierda” Pero hay que quererla, porque nacimos, y nacimos para vivir. Luego se verá ¿No? Tratar de construir nuestra vida como podemos. Equivocarnos, aprender, remarla, pelear por lo que queremos; por lo que verdaderamente queremos y nos importa, no por boludeces, dibujar, crear, imaginar, desahogarse –Como yo, con este humilde texto- amar, odiar. Porque sí, porque somos libres. Dentro de nuestras mentes somos capaces y libres frente a cualquier cosa. Cualquier problema, cualquier dificultad, cualquier sueño o meta, en nuestra mente, es afrontable, es real.
   Por eso; ¿Qué soy? A veces no deberíamos preguntarnos que somos, deberíamos preguntarnos ¿Qué quiero ser? Yo quiero ser libre, por lo menos en mi mente. ¿Vos, que querés ser?