domingo, 18 de noviembre de 2012

Ya no se bien que decir, ya no se más que hacer

Hay días en los que necesito llorar. Porque me enojo, no sé con quién, no sé con qué. Esos días siempre tienen algo en común; Irme lejos, escapar ¿De qué? No tengo idea. Y se me vienen tantas cosas a la cabeza esos días, cuando me siento a desahogarme en el blog, tengo tanto para escribir y a la vez nada. Podría ponerme a escribir sobre la vida, sobre el amor, no sé, sobre lo cansada que estoy y las ganas que tengo de que empiecen las vacaciones de verano o sobre las buenas y malas decisiones que suelo tomar. Y tendría dos mil millones de palabras volcadas en diez minutos. Pero no, en estos días así, es donde más me cuesta expresarme –Más de lo común- Y bueno, ahí es cuando me encuentro sentada frente a la pantalla en blanco esperando que de un golpe venga la inspiración.

-Pero, ¿Por qué estás mal entonces? –Me cuestionó con un tono de preocupación o quizás de curiosidad, nuevamente-
-No sé, ¿Viste esos días que tenes un bajón tremendo y no sabes cuál es la razón? –Lo miré aunque no esperaba una respuesta, él siempre había sido de esos chicos que nunca sufrían por nada- Bueno así.
Tal vez en el fondo si sabía cuál era la razón; creo que en el fondo, todos sabemos por qué estamos pasando por un mal momento. La razón era simplemente una persona, un muchacho al que al parecer, no le importaba mucho mi existencia.
   Y eso me enojaba, no por el hecho de que no me quiera, sino que, me hería sin fundamentos. No tenía necesidad alguna de aparecer, ilusionarme, y luego desaparecer como si nada. Y reaparecer cuando se le daba la gana, y nunca pude comprender la razón por la que siempre volvía, y menos la razón por la que se iba. “Si no me querés, no aparezcas” Total, por lo visto vos podes vivir sin mí, y si no me la harías difícil, yo también puedo vivir sin vos.
   Supongo que en el mundo hay gente así, que vive para ilusionar y desilusionar a las personas. Debe ser karma, o suerte para mi desgracia, no lo sé. También supongo que lo hará con todas. Lo peor es no poder decirle nada, porque en realidad; No somos nada. Y la verdad, no sé que pensar, porque si yo no le daría prioridad de reaparecer, las cosas serían diferentes. Es como un error que se repite en mi vida, y por más experiencia que tenga, no logro tomar la decisión correcta. Y creo saber por qué, porque en el fondo, las pocas veces que nos vemos, los abrazos y las miradas, son de verdad y son muy particulares. Por eso no entiendo, no te entiendo. Ojalá alguna vez entienda por qué sos así, tan distante. 

2 comentarios:

  1. como me encanta cuando te expresas asi,

    como dice -Paul McCartney: En la vida real, el que no se rinde es todo un valiente.

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